Apostasía

Indice de Temas

1- El Falso Movimiento Apostólico y Profético

2- El Movimiento Emergente ( Parte I )

3- El Movimiento Emergente ( Parte II )

4- El Movimiento Emergente ( Parte III)


EL FALSO MOVIMIENTO APOSTOLICO Y PROFETICO
Bajado de www.cristianismohistorico.com


Como ya comentamos en otro estudio sobre este mover apostólico y profético moderno, ahora vamos a comentar que dicho movimiento ha surgido de la confusión de la interpretación de Efesios 4:11 que dice: “Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros”
La pregunta que debemos hacernos es la siguiente: ¿en verdad existen en el día de hoy apóstoles y profetas?, como podremos ver son estos dos ministerios sobre los que surgen rechazos y muchas dudas, pero también es importante notar que no son cuestionados los ministerios de evangelista, pastor, y maestro.
Sin embargo dándole una mirada al mundo evangélico de hoy vemos que se han levantado grupos y personas que se hacen llamar apóstoles y profetas, pero además de esto; ellos reclaman de una u otra manera, por sus enseñanzas y comentarios ser las “cabezas o autoridades apostólicas” de la iglesia. Esto los lleva a hablar de una especie de cobertura espiritual especial en cada determinada ciudad o región donde se presentan, las iglesias que les creen se proclaman unidas bajo la “autoridad apostólica” y lo que les ha ocurrido a estas iglesias es que han diluido la historia y las bases del cristianismo, en otras palabras este movimiento satánico esta diluyendo las identidades históricas del cristianismo en algunas iglesias endémicas que son llevadas por cualquier viento de doctrina, pero no son las ovejas las que son culpables directas, sino sus pastores que no han sabido discernir los pasos del enemigo en esas enseñanzas y eso ha ocasionado que naufraguen en cuanto a la fe.
Este naufragio se debe principalmente a que cuando se ignora la historia del cristianismo, mostrado primeramente en la Escritura y luego continuado por los padres de la iglesia; uno se divorcia de la continuidad del obrar de Dios, por ejemplo en una de las cadenas “cristianas” de televisión uno de los defensores de este movimiento expreso lo siguiente:
“Creo que el gobierno de la iglesia finalmente ha llegado al lugar que las escrituras afirman en Efesios 2 donde habla del fundamento de la iglesia que son los apóstoles y profetas, previo a la década de los 80s y 90s estos fueron prácticamente ignorados pero ahora por haberlo reconocido es la mayor razón por la cual estamos entrando en un nuevo nivel de oración, de guerra espiritual, de sanidad, milagros y liberación. Esta es una nueva era, yo no se si es coincidencial a medida que entramos en un nuevo milenio”
Esa afirmación esta cargada de engaño y de una intención muy maléfica ya que implica que la iglesia estuvo estancada hasta los años 80s y 90s, como si estuviese esperando el re-descubrimiento y re-lanzamiento del ministerio apostólico y profético. Pero la historia de los últimos 20 siglos que tiene la iglesia de existencia nos han mostrado que Dios en su soberanía y su plan eterno siempre ha obrado y seguirá obrando su voluntad y nada se le ha sido indiferente, al fin y al acabo la obra de Dios no depende de los hombres. No hay duda que durante todos esos siglos hubo periodos de oscuridad pero también tiempos de gran luz, tiempos de evangelización, conversión y avivamientos genuinos en muchos lugares. Recordemos que fue el mismo Señor Jesús quien dijo “Estableceré mi Iglesia y las puertas del hades no prevalecerán contra ella”
Esa sola afirmación es tan clara y contundente, ya que fue Dios mismo en la persona de Jesús que dijo: Edificare mi Iglesia, es Dios mismo quien edifica la Iglesia, entonces no puede ser que mas de 20 siglos han pasado y que el no hubiera cumplido Su Palabra o que su Iglesia no recibiera edificación de parte de Dios.
Entonces podemos ver que cuando estos apóstoles modernos afirman: “La Iglesia finalmente ha llegado al lugar que las escrituras afirman en Efesios 2” dan a entender conciente o inconcientemente que la iglesia ha estado sin fundamento en estos 2,000 años de existencia o que el plan de Dios para con su iglesia no se ha podido llevar a cabo, de ser así, entonces el evangelio seria el fracaso mas grande que jamás haya existido en dos mil años. La verdad es que el movimiento apostólico moderno ha torcido y mal interpretado Efesios Cap 2:19-20 donde literalmente se dice: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”
Notemos que estos versículos nos hablan de nuestra posición en Cristo como creyentes y cuando se habla del fundamento de apóstoles y profetas no se esta hablando de una especie de autoridad jerárquica eclesiástica, sino mas bien se esta hablando del crecimiento o madurez que el creyente logra cuando es instruido (edificado) en la doctrina de los apóstoles y profetas es decir en la doctrina de aquellos hombres, los profetas del Antiguo Testamento y los apóstoles del Señor Jesús en el Nuevo Testamento los cuales recibieron la inspiración divina, para redactar las Escrituras la cual actualmente es la revelación de Dios para su Iglesia.
Esa inspiración es de la que Jesús habló en Juan 15 cuando dijo “Tengo muchas cosas que decirles pero todavía no la pueden llevar pero cuando venga el consolador el Espíritu de Verdad, el tomara de lo mío y os lo hará saber” por eso Judas cuando no llama a “contender por la Fe dada una vez a los santos” notemos que expresa claramente “una vez” es un fundamento y cuando dice contender por la fe se refiere al conjunto de doctrinas que fue dada una sola vez, no muchas veces sino una sola. Esa fe o doctrina, es el fundamento de los apóstoles y profetas de los cuales nos habla Efesios 2:20
Como podemos apreciar la expresión fundamento de apóstoles y profetas no se refiere al orden jerárquico ministerial que pueda existir dentro de la iglesia sino al fundamento doctrinal que fue traído por revelación directa a los profetas de oficio del Antiguo Testamento y a los apóstoles que recibieron la inspiración del Espíritu Santo para traernos la Biblia como la conocemos ahora, que es la Palabra de Dios.
Esto quiere decir que todo lo que Dios entendía que la iglesia necesitaba para vivir por fe aguardando el glorioso regreso del Señor Jesús ya esta revelado en la Biblia y debe ser interpretada y aplicada en un todo, no por interpretaciones particulares o dogmáticas de ciertos lideres religiosos, que utilizan textos bíblicos fuera de sus contextos o lo que es peor que ignoran que la Biblia es un todo y que está por encima de los preceptos o ideas de los hombres.
Como un ejemplo de lo que decimos leamos una de las enseñanzas de estos engañadores:
“Ellos (apóstoles y profetas) frecuentemente son los primeros en predicar ciertas revelaciones que Dios esta entregando a la Iglesia (Libro Movimiento Apostólico, pagina 45) “Un Apóstol puede venir y establecer una nueva revelación” (Pág. 46)
Como podemos ver lo que aquí se esta señalando es que los nuevos “apóstoles y profetas” tiene tal autoridad sabe Dios a saber de quien que pueden establecer principios doctrinales bajo supuestas revelaciones, estas enseñanzas son la puerta a la entrada de doctrinas de demonios porque se deja muy abierta la posibilidad de contradecir incluso lo establecido por la palabra de Dios, que es La Biblia. Como dice la Biblia esta es una estratagema de hombres corruptos, réprobos en cuanto a la fe.
Las afirmaciones que hacen estos nuevos apóstoles y profetas, tienen la intención sutil de otorgarse autoridad conferida de parte de Dios para establecer nuevas revelaciones y con ello doctrinas que a ellos les interesa promover para lograr adeptos y seguidores, los cuales al quedar cautivos son una fuente de ingresos muy sustancial, con ese accionar echan por la borda principios de interpretación que están bien establecidos en la Palabra de Dios. Por eso la siguiente pregunta es muy valida: ¿Actualmente aun teniendo la Biblia, como la revelación total de Dios para la vida de fe de sus hijos; se puede hoy establecer una nueva revelación?
Para poder tener un entendimiento cabal de lo que la Biblia enseña podemos ver que la revelación siempre es una iniciativa de Dios, en el AT por ejemplo Dios le dijo a Moisés: “Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos” (Éx. 6:3). Nabucodonosor dijo a Daniel: “Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio” (Dn. 2:47). En ese sentido la actividad profética es el resultado de una revelación directa de Dios a un ser humano. Se dice de Samuel, cuando era joven, “que no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada” (1 S. 3:7). Y después de su primera experiencia personal con Dios, se señala: “Y Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó [reveló] a Samuel en Silo por la palabra de Jehová” (1 S. 3:21).
En el NT el sustantivo griego apokalupsis y el verbo apokaluptö se traducen como revelación y revelar, respectivamente. Se ratifica que el conocimiento de Dios sólo es posible si él mismo inicia el proceso (“… y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar” [Mt. 11:27]). Cuando Pedro dijo al Señor: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”, el Señor le respondió: “… no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos” (Mt. 16:17).
Es por eso que decir o afirmar que uno ha recibido una revelación de Dios es muy serio, no es en vano el énfasis que la Biblia muestra en este hecho: Que es Dios quien se revela a sí mismo. La razón humana no puede por su propio esfuerzo llegar a conocer a Dios. Necesitamos recordar que toda revelación de parte de Dios tiene su origen en Dios mismo.
El “instrumento” que Dios usa para su revelación es el Espíritu Santo. Porque así como lo que sabemos de nosotros mismos nos lo dice nuestro propio espíritu, lo que se quiera saber de Dios tiene que ser revelado por el Espíritu de Dios, por eso la Biblia dice: “¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” [1 Co. 2:11]). Por eso el Señor Jesús dijo a sus discípulos: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas” (Jn. 14:26). Como podemos ver pretender que se ha recibido una revelación de parte de Dios es un tema muy delicado ya que Dios mismos ha dicho lo siguiente:
(Heb 1:1) Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas,
(Heb 1:2) en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.
Cuando los hombres dicen que han recibido una revelación contradicen estas escrituras y lo que están haciendo es tomar el nombre de Dios en vano. Recordemos que toda la revelación tocante a la vida y experiencia cristianas ya están plasmadas en las Sagradas Escrituras, no hay nada que poner y no hay nada que quitar.
Con respecto al tema de la inspiración, Los profetas tenían la seguridad de que Dios hablaba por medio de ellos, y que sus mensajes eran la «Palabra de Dios». Frases como «Habló Dios a Moisés…» se hallan constantemente a través de los libros del Éxodo al Deuteronomio. «Y fue a mí palabra de Jehová…», dice Ezequiel para introducir los oráculos del Señor; también hallamos frases análogas en Jeremías: «Palabra de Dios que fue a Jeremías profeta…» (Ez. 12:1, Jer. 46:1). David también describe la manera en que la Palabra del Señor vino a el, en 2 Samuel 23:2 y 3.
Podemos apreciar también como Los apóstoles, escogidos por el Señor para proclamar con toda autoridad la doctrina cristiana, también apelaban constantemente a las profecías y demás escritos del Antiguo Testamento, y enseñaban que los autores eran inspirados por Dios (1 P. 1:10–12; 2 P. 1:19–21). Así que la inspiración y la divina autoridad del Antiguo Testamento forman parte de la «Fe que ha sido una vez dada a los santos» (Jud. 3).
Los mensajes inspirados orales de los profetas se pusieron por escrito por mandato y providencia de Dios, así que los documentos también son inspirados, y son éstos que el Señor y los apóstoles tenían delante al hacer las declaraciones que encontramos registradas en el Nuevo Testamento. Hay una clara descripción de la manera en que los mensajes fueron escritos en Jeremías 36:1–2 y 32.
Con respecto a la inspiración del Nuevo Testamento este afirma que la fuente de toda autoridad y de toda verdad se halla en el VERBO ENCARNADO. Él comisionó a los apóstoles y les hizo depositarios de la verdad en cuanto a Su Persona, obra y enseñanza, de modo que su autoridad apostólica se deriva de la del Señor mismo.
Jesús les indicó que la revelación tenía que completarse y les prometió el Espíritu para guiarlos a toda verdad. Así que, anticipadamente, garantizó la inspiración del Nuevo Testamento. Los apóstoles sabían que Dios hablaba por medio de ellos, y esperaban que los creyentes obedeciesen Sus mandatos (1 Co. 2:13; 1 P. 1:12; 2 Ts. 3:14; Jn. 14:26, 16:12 y 13, etc.). En ese sentido la inspiración no es mecánica, como quien escribe a máquina, sino vital, como el de un director de una orquesta que produce los efectos que quiere de la totalidad de ella, respetando siempre las dotes especiales de cada músico. Así, en las Escrituras, la personalidad del autor humano no se aniquila, y el Espíritu aprovecha el carácter y los conocimientos de cada uno, como también las circunstancias en las que los escritos se produjeron, eso es muy importante recordar para no torcer las escrituras.
Para ver como estos apóstoles y profetas modernos ignoran estas grandes verdades leamos el articulo “Los Nuevos Apóstoles y Profetas que lideraran la Iglesia publicado por Let Us Reason Ministries” en la cual se dice algo que es espeluznante, este articulo afirma que algunos lideres de este movimiento han dicho: “ la iglesia del siglo 21 será irreconocible en comparación con la iglesia del día de hoy, Los apóstoles y profetas de los últimos días que están vivos en el día de hoy tomaran la iglesia a través de la transición de la dispensación de la gracia a la dispensación del reino, de la dispensación de la iglesia mortal a la iglesia inmortal. (Transcripcion de Bill Hamon Titulado Batalla de las novias, Nov. 1997)
Todo este tipo de afirmaciones y aseveraciones no son mas que la demostración de la ignorancia doctrinal que poseen estos supuestos apóstoles y profetas ya que tienen la osadía de enseñar que el plan de Dios ha cambiado y lo peor de todo es que al ignorar la Palabra de Dios – La Biblia; están poniendo sus doctrinas por encima de la autoridad infalible de Dios la cual ya ha sido revelada en la Biblia.
Analicemos un poco más porque no es posible el surgimiento de apóstoles con la autoridad y revelación que si tuvieron los apóstoles del Señor Jesús ya que después de la muerte de Juan el apóstol cerca del año 100 después de Cristo, Cristo mismo no estableció nuevos apóstoles.
En el Libro de los Hechos capitulo 1 versículo 21 leemos lo siguiente:
“Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado junto con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección”
En este pasaje se establece el criterio y los requerimientos para el apostolado, los cuales eran haber sido testigo ocular del ministerio de Jesús desde que fue bautizado en el río Jordan hasta su traslado al cielo, además de eso debía ser testigo ocular de de su muerte y de su resurrección, una aplicación clara de la exigencia y del cumplimiento de estos requisitos la podemos ver en la vida del apóstol Pablo que siempre defendió su apostolado dando testimonio de haber visto a Jesús personalmente y no solamente esto sino de haber aprendido el evangelio por instrucción (revelación) directa de parte del Señor Jesús:
1Cor 9:1 “¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No soy vosotros mi obra en el Señor?
Galatas 1:11 “Mas os hago saber hermanos, que el evangelio anunciado por mi no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”
En la actualidad nadie puede decir que lo que aprendió del evangelio se lo predico o enseño directamente el Señor Jesús. Sin embargo los apóstoles del Señor, tuvieron un aprendizaje directo, aquellos que se sentaron a los pies de Jesús por 3 años y luego Pablo quien no pudo aprender en el ministerio terrenal del Señor, no obstante, el tuvo instrucción directa del evangelio al igual que los demás.
Pero para no dejar nada a la duda una pregunta muy valida es la siguiente: ¿Por qué a Jacobo el hermano del Señor se le llama apóstol en Gálatas 1:19 y también a Bernabé entre otros?
Aquí necesitamos hacer una distinción muy importante entre los apóstoles del Señor Jesús y los otros apóstoles, ya que en sentido general un apóstol (gr. apostolos) es alguien enviado como representante con autoridad y responsable ante el que lo envía. En ese sentido los 12 apóstoles del N.T. fueron escogidos y enviados por Cristo para una misión específica y con su autoridad (Mt 10:1–14; 16:19; 28:18–20; Jn 15:16; 20:21–23; Hch 1:8; 9:1–22; 10:41–42). La misión de ellos consistía principalmente en evangelizar, discipular a los convertidos, entrenar líderes y establecer y administrar iglesias locales (cp. Hch 2:14–28:31). Y en el caso de los otros apóstoles la palabra para apóstol es usada en un sentido general como “mensajero” (2 Co 8:23; Flp 2:25).
No hay duda entonces que la capacidad para establecer doctrina, solamente fue dada una sola vez a aquellos quienes recibieron la revelación y la inspiración del Espíritu Santo para comunicar la verdad infalible de Dios, es decir las Escrituras. Esta comisión de establecer el fundamento doctrinal fue limitada solamente a los apóstoles que Jesús escogió directamente o que eran escogidos bajo los estrictos requisitos que ya comentamos.
En el nuevo diccionario de Teología de Fegurson leemos lo siguiente:
“Ya que los apóstoles (excepto en el sentido de los delegados de las iglesias) fueron testigos de la resurrección y formularon el fundamento de la iglesia, resulta que su puesto era un fenómeno de la primera generación y que no podía repetirse; no tuvieron sucesores, y en principio no puede haberlos. No obstante, la iglesia puede y tiene que ser apostólica todavía, en el sentido que tiene que vivir de acuerdo con su enseñanza contenida en las Escrituras del Nuevo Testamento, y tiene que seguir su ejemplo de sufrir con su Señor. ….John Wesley declaro: “Algunos grupos episcopales tienen dirigentes que se nombran apóstoles a si mismos, pero también ellos no dejan de reconocer que el apostolado se asocia con ser testigos originales de la resurrección” (Fegurson, Wright, Packer. Nuevo Diccionario De Teología, CBP, Págs. 86 y 87)
Es contundente entonces tanto por el testimonio y enseñanza de la Biblia como de una gran cantidad de autores cristianos que prácticamente en todos los periodos de la iglesia se ha considerado el tema y se concluye que los apóstoles originales son insustituibles, que una vez que se cumplió su ministerio, este se ha perpetuado en la iglesia, y la iglesia actualmente continua bajo la autoridad de los apóstoles y profetas originales.
Con respecto a los profetas del Antiguo Testamento muchas profecías se han cumplido y en el día de hoy son históricas, otras están en cumplimiento o se cumplirán en un futuro inmediato por lo tanto los profetas originales aun están vigentes, de igual manera ocurre con los apóstoles, hombres inspirados para establecer en Cristo el fundamento de la iglesia, sus escritos inspirados no caducan porque es la Palabra de Dios por ende aun están vigentes y son irremplazables.
Cuando el Nuevo Testamento usa el término profeta, no lo usa de la misma manera que se usó en el Antiguo Testamento, y lo sabemos por varias razones:
Lucas 16:16 establece que la Ley y los profetas fueron hasta Juan el Bautista, el fue la última figura similar al profeta del Antiguo Testamento y fue más bien una figura transitoria.
Luego podemos ver claramente que 1 de Corintios 14:29-30 dice: “Y que dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen”. Pero si a otro que está sentado le es revelado algo, el primero calle”. La idea aquí es que no hay duda que un profeta del Nuevo Testamento es posible pero lo que dice debe ser comprobado por otros profetas que estén en la congregación o por las mismas personas de la congregación de ahí que se dice que si dos o tres profetas hablan que los demás juzguen; en otras palabras, se discierna lo revelado, como podemos ver no existe la infalibilidad como la revelación del profeta del Antiguo Testamento, donde no se instruye a juzgar lo que se dijo, sino simplemente a esperar que lo que dice sea cierto o no sea cierto, si era cierto el Señor había hablado por el, pero sino era cierto debía morir, eso nos muestras que lo que él decía era incuestionable porque era Palabra de Dios. Según Deuteronomio 18: 20-22 si un profeta hablaba algo que no se cumpliera, eso lo calificaría de falso profeta: “Pero el profeta que hable con presunción en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hable en el nombre de otros dioses, ese profeta morirá.”Y si dices en tu corazón: “¿Cómo conoceremos la palabra que el SEÑOR no ha hablado?” Cuando un profeta hable en el nombre del SEÑOR, si la cosa no acontece ni se cumple, ésa es la palabra que el SEÑOR no ha hablado; con presunción la ha hablado el profeta; no tendrás temor de él”.
Como esta infalibilidad profética no existía en el Nuevo Testamento, obviamente cuando se traía alguna revelación tenía que ser juzgada por los demás. De ahí una vez más la expresión “que los demás juzguen”, podemos ver claramente entonces que el don de profetizar del que se habla en el Nuevo Testamento no es equivalente al oficio infalible del profeta del Antiguo Testamento.
Hoy en día muchos se la pasan profetizando cosas que nunca se cumplen, pero nadie les llama la atención, ni nadie le da seguimiento a sus profecías. Todo esto no implica que Dios no pueda traer una revelación a través de alguien pero eso no lo constituye en profeta. Obviamente esta revelación nueva no puede ser doctrinal porque en ese caso tendríamos que actualizar la Biblia continuamente.
En contraste con los verdaderos el movimiento apostólico y profético del día de hoy no es otra cosa que algo bien orquestado para servirse de la iglesia tomando control de ella, como si eso fuera posible y es algo demoniaco porque lleva el asunto a extremos extrabíblicos.
Veamos Ahora Efesios 4:11 Este es uno de los versículos que con respecto al tema esta causando controversia “Y el mismo constituyo a unos apóstoles; a otros profetas; a otros, evangelistas; a otros pastores y maestros”.
Este versículo es utilizado por la gente del movimiento apostólico y profético para afirmar que es bíblico la función de los 5 ministerios en la iglesia de hoy, no obstante una lectura cuidadosa de dichos pasajes escritúrales nos mostraran cuan herradas son las afirmaciones que se hacen de los mismos cuando se les trata de forzar en su interpretación contextual, veamos por ejemplo que comenta Mattew Henry:
“El Apóstol nos dice lo que Cristo dio en su ascensión: El dio a algunos ser apóstoles, de hecho ya había establecido a algunos antes de su ascensión, Mateo 10:1-5, pero uno fue añadido, Hechos 1:26. Y todos ellos fueron solemnemente instalados y públicamente confirmados en su oficio, por la manifestación visible del Espíritu Santo de una manera extraordinaria sobre ellos. Note, que el gran don que Cristo dio a la iglesia a su ascensión fue el ministerio de paz y reconciliación.
El don del ministerio es el fruto de la ascensión de Cristo y los ministros tienen sus diferentes dones que fue dado a ellos por el Señor Jesús. Los oficiales que Cristo dio a su iglesia eran de dos portes —Unos extraordinarios, avanzados a un oficio mayor en la iglesia: como fueron los apóstoles, profetas y evangelistas. Los apóstoles eran los jefes. Estos fueron inmediatamente llamados por Cristo, envestidos de extraordinarios dones y el poder para obrar milagros y con la infalibilidad en la entrega de su verdad; y, ellos fueron testigos de sus milagros y doctrina, El los envío a ellos a expandir el evangelio y a plantar y crecer iglesias. Los profetas parece que son aquellos escritores del Antiguo Testamento, quienes identificaron las cosas que habrían de venir.
Los evangelistas eran personas ordenadas (2Tim 1:6) quienes los apóstoles tomaron como compañeros en sus viajes (gal 2:1) y eran enviados a permanecer y a establecer iglesias como las que los apóstoles habían plantado (Hechos 19:22) estos no estaban fijos en ningún lugar en particular y generalmente continuaban hasta que eran reasignados, 2 Tim 4:9. —Luego en segundo lugar vienen los ministros ordinarios empleados en una esfera mas limitada; como los pastores y maestros. Algunos toman estos dos nombres y lo asignan a un solo oficio, ambos son ordinarios y atañen al ministerio de la iglesia; los pastores son fijos y cabeza particular en las iglesias, designados para guiar, instruir y alimentar en la manera en que han sido designados por Cristo. Estos frecuentemente son llamados obispos y ancianos. Los maestros son aquellos que su trabajo es predicar el evangelio e instruir a la gente por la vía de la exhortación”
Esta explicación es contundente, sin embargo leamos cuidadosamente una vez más el versículo y su contexto:
(Eph 4:11) Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,
(Eph 4:12) a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;
(Eph 4:13) hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
(Eph 4:14) para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error;
(Eph 4:15) sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo,
(Eph 4:16) de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.
El versículo 11 dice claramente que las designaciones de apóstoles, profetas, evangelistas, maestros y pastores; primeramente son designaciones directas del Señor, son específicas y únicas, quiero decir que no existe promoción ministerial, es decir que un pastor pueda ser promovido a apóstol o que un profeta pueda ser promovido a un evangelista, etc. para ejemplo basta con los mencionados, esto en virtud que la iglesia del Señor no es democrática o cualquiera otras cosa, sino que es Teocrática, es gobernada y dirigida por Dios, no existen puestos de jefatura o cacicazgos, todos sus servidores son siervos y la única cabeza es Cristo.
En ese sentido muchos de los falsamente autodenominados apóstoles y profetas, eran pastores en sus inicios, pero con la llegada de esta nueva corriente doctrinal fueron promovidos sabe Dios a saber por quien a apóstoles o profetas, con lo cual demuestran que no fue el Señor Jesús quien los designo inicialmente como pastores sino que influenciados por este falso movimiento apostólico y profético se han dejado seducir por hombres de entendimiento corrupto y han demostrado con ese cambio de “posición” que nunca fueron llamados por Cristo.
Por otro lado las funciones de estas designaciones son claras y entre ellas están las de capacitar a los creyentes para la obra del ministerio, el objetivo es la edificación del cuerpo de Cristo, no traer nuevas revelaciones o nuevas doctrinas sino edificar el cuerpo de Cristo sobre el fundamento establecido, nadie edifica si no se ha puesto primero el fundamento, entender esta verdad meridiana es de vital importancia porque de lo contrario corremos con el riesgo de hacer precisamente lo que hacen estos apóstoles y profetas modernos que piensan que son los llamados a establecer el fundamento o las bases del movimiento cristiano, cuando ya hace mas de 2000 años Dios mismo estableció cual es la base, es decir el fundamento donde los edificadores deben edificar.
El versículo que sella como una piedra de corona la verdad mostrada en la Biblia de que el fundamento ya esta puesto es el siguiente:
(Eph 2:20) edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular.
No hay un solo versículo en toda la Biblia que hable de establecer nuevas doctrinas o de traer revelaciones sobre las cuales edificar la Iglesia y la razón mas contundente de que sea así es que el fundamento ya fue puesto, por eso los versículos que continúan dicen lo siguiente:
(Eph 2:21) en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor,
(Eph 2:22) en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
En cuanto al evangelista, pastor y maestro de los que habla Efesios 4:11-15, podemos ver por las instrucciones que el apóstol Pablo le da a Timoteo y a Tito, sobre los requisitos con los que debían contar los servidores de la iglesia, solo se mencionan como ministerios a obispos y ancianos, lo cual nos muestra que esos ministerios (apóstol, profeta, evangelista, maestro y pastor) exactamente como tales fueron ministerios que al trascurrir los años de la historia de la Iglesia fueron asumidos por los ancianos u obispos, lo cual implica que están vigentes en la actualidad pero como funciones. De hecho en 1 de Timoteo 3 una de las características de los ancianos es que sean “aptos para enseñar”, ellos enseñarían La Palabra de Dios y en ese sentido algunos también estarían evangelizando (entendemos con el don de evangelismo) y otros estarían pastoreando y enseñando a la Iglesia. En realidad el término en el griego para pastor, anciano, obispo es básicamente el mismo vocablo. La palabra evangelista no define tanto una función dentro de la Iglesia, sino más bien alguien que tienen el don del evangelismo. En cuanto a los profetas, a diferencia de lo que pensamos hoy de que el profeta es alguien que predice el futuro, lo cierto es que la función primaria del profeta ha sido la de exponer la voluntad de Dios. Notemos como 1 de Corintios 14:3 nos dice que el que profetiza lo hace para “exhortación, edificación y consolación”. Aquí no aparece la palabra predicción en ningún lugar y en cuanto al apóstol, decimos apóstol solo en el sentido mas exacto que el Nuevo Testamento le da y es la de ser un hombre que es enviado por una iglesia.
Como podemos ver hay una base muy amplia para con firmeza rechazar este movimiento “apostólico y profético moderno” que se ha levantado en los últimos años, es antibíblico en el sentido interpretativo, según pudimos ver por los comentarios expuestos respecto a los versículos comentados, en ese sentido Efesios 2:19-20 donde se habla de la iglesia basada en el fundamento de los apóstoles y profetas, esta claro que se esta refiriendo a la línea profética venida directamente del Antiguo Testamento, cuyas profecías son infalibles y están en la Palabra de Dios hasta el día de hoy y cuando se refiere a los apóstoles obviamente se refería a aquellos hombres escogidos para establecer la iglesia de Jesucristo.
A manera de conclusión de los 5 ministerios mencionados en Efesios 4:11, los dos primeros oficios ministeriales de apóstoles y profetas eran oficios extraordinarios, limitados a un tiempo, es decir temporales sobre todo intransferibles; los cuales estaban destinados a terminar cuado la iglesia hubiese sido establecida y la Palabra de Dios ya hubiese sido dada. En ese sentido este primer accionar en el establecimiento de la Iglesia terminó con la muerte cerca del año 100 DC del último Apóstol de Jesucristo el apóstol Juan. Los 3 ministerios restantes, evangelistas, pastores y maestros, eran oficios ordinarios, no limitados al tiempo y transferibles generacionalmente, por lo cual estos son permanentes pero solo como funciones y existen hasta hoy, ejercidos por los ancianos u obispos. Por tanto es un error tratar de implantar en la actualidad el oficio del apóstol y el profeta, a la manera que existieron al comienzo de la iglesia, los cuales son irremplazables y aunque estos ya murieron y su oficio termino, no obstante el fundamento establecido por ellos aun esta vigente y no se puede poner otro fundamento sobre el mismo.


EL MOVIMIENTO EMERGENTE (Parte I)
Bajado de http://www.centrorey.org/




Índice del estudio


• Introducción


• Confundiendo las formas con el fondo


• El resultado de las falsas enseñanzas y falsas profecías


• …y la maldad aumentará


• 1. El Pluralismo


• Pluralismo; su talón de Aquiles: en su punto fuerte está su debilidad


• 2. El Modernismo y el Postmodernismo


• A. El Modernismo


• B. El Postmodernismo


• 3. El Postmodernismo y la Iglesia


• La doctrina por debajo de la experiencia personal


• La fabulista iglesia del postmodernismo


• La iglesia postmoderna VS la Iglesia verdadera


“Estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? 4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán… 11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará… Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mateo 24: 3-5, 11, 12, 24)
Introducción


A lo largo de las últimas décadas ha aparecido una nueva forma de contemplar el ministerio eclesial que pretende incorporar un acercamiento más relevante al mundo de cara a los servicios de las iglesias.


Se ha llamado “El Movimiento de la Iglesia Emergente”, el cual surge a partir de un sentimiento de que en muchas iglesias algo ha ido mal, sobre todo al fallar en atraer a los más jóvenes al Evangelio, la llamada generación postmoderna o del postmodernismo.


Gran parte de la razón del empuje y expansión del movimiento de la iglesia emergente, se debe a la desilusión entre pastores jóvenes evangélicos que perciben el papel pastoral tradicional como demasiado restrictivo y no suficientemente relevante como para llegar a interesar a la cultura postmoderna.


Pero la buena intención no basta. Veremos que las ganas de conseguir crecimiento y expansión en términos eclesiales, deberá ir de acorde con la guía del Espíritu Santo, y no según métodos y fórmulas humanas.






“Iglesia "Mosaico", una de las muchas iglesias emergentes que han surgido en los últimos años en los Estados Unidos de América”






Confundiendo las formas con el fondo


Por otra parte, el problema estriba también en no saber diferenciar lo que es genuino del Evangelio de lo que es sencillamente son formas o tradiciones humanas.


¡Cuando se llega a confundir el cuadro con el marco, a veces se puede llegar a quitar parte del cuadro en beneficio del marco!


El problema y el peligro es quitar de lo esencial para mezclarlo con nuevas formas, formas que quizás no lo son tanto sino que son parte de lo fundamental que se está quitando, pero pervertido, sin sal, sin sustancia, sin el Espíritu Santo, sólo agradable al ojo.


Esa falta de discernimiento es el causante de mucho mal.


Las formas son sólo formas, y cambian con los tiempos y con la mentalidad y la cultura de la gente. Los instrumentos musicales de ahora no son los de hace 100 años, menos todavía los que tocaba David. Eso no es relevante.




“David usaba el salterio y el arpa, hoy en día la guitarra eléctrica para alabar a Dios. Son sólo instrumentos musicales para usarlos para la gloria de Dios. Son sólo formas”


Pero el fondo, es decir, lo esencial del Evangelio, eso no debe cambiar porque es de Dios.


El resultado de las falsas enseñanzas y falsas profecías


“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Tim. 4: 1)


Para muchos pastores y ministros, especialmente jóvenes, y por tanto, con muchas ganas de trabajar para la obra de Dios, es muy difícil encajar la realidad de los tiempos que estamos viviendo; más aún cuando han sido tan influenciados por las enseñanzas triunfalistas (y falsas) del neo pentecostalismo, Latter Rain Movement, Nueva Reforma Apostólica de C. Peter Wagner, G12/D12, etc. etc.


Cuando les dijeron y “profetizaron” que la Iglesia iba a triunfar en este mundo, conquistando las naciones, discipulando las naciones, y viendo a las masas rendirse a Cristo en el más puro estilo postmilenarista (Reino Ahora), con cierta incredulidad están contemplando impávidos todo lo contrario. Aún y así, muchos siguen aferrándose al dicho de los falsos profetas, porque lo que les prometen “de parte del Señor” es muy deseable.


…y la maldad aumentará


Lo cierto es que las gentes están cada vez más alejadas no sólo de Dios, sino de Sus principios y valores, que es lo mismo.


De forma particular, en el occidente, somos testigos de la desintegración de los valores cristianos. Vivimos en el tiempo de la apostasía a todo nivel, cuando el Señor Jesús dijo que la maldad iba a aumentar. Esa maldad hay que entenderla como odio a la voluntad de Dios, la cual implica un Absoluto.


Esto último nos lleva a ver cómo entienden (o quieren entender) muchos la realidad que les rodean.


Después del fracaso del hombre en su autosuficiencia modernista, llegó el tiempo del escapismo, del relativismo, del hedonismo, de la búsqueda de la felicidad por la felicidad, de la negación de absolutos, etc. y a esto los sociólogos le han llamado: el Postmodernismo.


Trataremos en este estudio de todas estas cosas.


Antes veamos acerca de una corriente sociológica que comparte asiento con el anterior y es clave para entender lo que está ocurriendo: El Pluralismo.


1. El Pluralismo


“Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina” (Mateo 7: 26, 27)


Esta sociedad occidental se mueve en lo que se denominan los valores del Pluralismo.


Podríamos definir el Pluralismo como la ideología del mundo occidental que postula un solo valor absoluto, lo que entienden por: la libertad.


Dicho de otra forma, el pluralismo aboga porque el individuo tenga las menos restricciones posibles, así como las más amplias opciones posibles dentro de la sociedad. Esta ideología vanguardista busca garantizar los derechos personales y las libertades.


En un principio suena aconsejable esa filosofía de vida, pero si profundizamos un poco, nos damos cuenta de que falla por la base. Al no tener un fundamento sólido, el cual sólo podría ser la Palabra de Dios, hace aguas por todas partes. Es como la parábola del hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina… ¿Por qué? Porque no tenía su vida edificada sobre la Roca, sino sobre sí mismo.


Y es que el Pluralismo es una filosofía centrada en el “yo”.


El pluralismo encaja perfectamente con el individualismo, el cual en su necia búsqueda de la felicidad se convierte en un agente auto destructivo, y en su falso sentido de la tolerancia, pretende el típico “vive y deja vivir”, que no es más que un postulado hacia el libertinaje.




“Todos pugnan por igual en el contexto pluralista, y en la dirección que cada uno quiere”.


Pluralismo; su talón de Aquiles: en su punto fuerte está su debilidad


En la misma esencia de tolerancia, canto y oda a la libertad, está en el Pluralismo su debilidad y fracaso.


El Pluralismo aborrece todo aquello que atente contra su particular principio de “libertad”, porque ese sentido de la libertad pluralista, en realidad no es más que un libertinaje encubierto. Es una perversión de la libertad que defiende a capa y espada. Por lo tanto, cualquier planteamiento contrario al Pluralismo es rechazado agresivamente.


Dentro de una actitud pluralista, consecuente con su misma filosofía, el cristianismo debería ser aceptado o al menos respetado, sin embargo, no es así. Nótese que la fe cristiana es una fe de absolutos, que se presenta como la única verdad, por tanto para el Pluralismo es inaceptable.


El pluralista honesto que pretende evitar el rechazar alguna forma de creer o pensar de otros, se ve impotente ante la realidad del Evangelio. De ahí que el Pluralismo a ultranza jamás podrá ser la respuesta a la búsqueda de la verdad, porque la misma verdad, si lo es, es absoluta, y por tanto diametralmente contraria a la filosofía pluralista.


Podríamos decir que el límite del pluralismo es la misma verdad. Pero eso es inaceptable para esa forma humanista y postmodernista de entender las cosas.


El mensaje del Evangelio resulta amenazante para el Pluralismo, de ahí que sus defensores califiquen ofensivamente a los cristianos como de ignorantes, fundamentalistas, fanáticos, moralistas y, sobre todo, homofóbicos.


En el Pluralismo la verdad de cada uno debe respetar la del otro, pero no la Verdad que es la de Dios. ¿La razón? Es obvia, la Verdad de Dios se opone a la “verdad” subjetiva y engañosa del hombre.


En su esencia terriblemente humanista, el Pluralismo no puede tolerar a un Dios por encima del “dios hombre”.


Básicamente en la misma filosofía del Pluralismo se mece el ateísmo del postmodernismo.






“El pluralismo busca la igualdad dentro de la tolerancia…eso es uniformidad, donde – en realidad - todo el mundo está bajo control”


2. El Modernismo y el Postmodernismo


En el sentido humanista/pluralista, tenemos lo que los sociólogos llaman el Postmodernismo.


El Postmodernismo representa una apertura a todo tipo de idea y creencia sin el freno de la razón, y menos todavía, de la verdad. Por tanto, es una tolerancia abusadora que rechaza todo tipo de valores absolutos, típico del Pluralismo (donde todos tienen la verdad, y nadie la tiene). Es una huída a ninguna parte.


El Postmodernismo en la actualidad ha logrado asentarse en la sociedad occidental de tal forma que hoy por hoy es la manera de vivir más común entre las nuevas generaciones.


El término postmodernismo significa posterior al Modernismo.


A. El Modernismo


Por Modernismo, nos estamos refiriendo a los valores y principios que existieron en la Edad Moderna, siglos XVI y XVII, la cual se caracterizaba por el seguimiento de los valores absolutos (véase la Reforma Protestante), y su degeneración posterior entrada la Edad Contemporánea.


Se le llama Edad Moderna o edad renacentista, porque vino a ser después del oscurantismo, ignorancia y misticismo de la Edad Media, principalmente dominada e influenciada por el catolicismo romano. De la Edad Moderna, vino la Edad Contemporánea.


La Edad Contemporánea es el nombre con el que se designa el periodo histórico comprendido entre la Revolución Francesa (1789) y la actualidad.


Aunque cambiados – de Dios al hombre - el modernismo contemporáneo (Edad Contemporánea) siguió creyendo en absolutos.


El Modernismo, a raíz de la Revolución Francesa y derivados (La Ilustración), degeneró y cayó en la gran idolatría al elevar a la categoría divina la razón humana. En ese momento, se rechazaron los absolutos cristianos, abrazando el racionalismo y el empirismo como nueva religión: el Humanismo (el hombre por el hombre).


A partir de ese momento, la fe del Modernismo fue una basada en el potencial humano, en el estado moderno, en la ciencia y en la tecnología. Ya no era necesario explicar la creación y el origen de la vida en términos bíblicos porque ahora la ciencia y la razón contestarían los grandes interrogantes del ser humano.


A partir de la “Revolución Industrial” (s. XVIII y XIX), se llegó a la convicción de que la ciencia y la razón lograrían crear un mundo mejor, acabarían con las enfermedades, la miseria, y los grandes problemas del hombre y todos los misterios de la vida serían explicados.


Fue la nueva fe del “hombre por el hombre” (Humanismo).


Lejos de hallar la felicidad y el progreso en lo humano, el Modernismo que exaltaba al hombre por encima de los valores y principios de Dios se fue desmoronando. El fracaso del hombre moderno ocurrido a lo largo del s. XX con las terribles guerras mundiales, el fascismo, el comunismo, etc. se hizo claramente patente a todos.




“La Revolución Francesa abrió el camino expedito al Absolutismo humanista”


B. El Postmodernismo


Esta creciente frustración terminó por traducirse en una reacción contraria. Filósofos como Nietzsche, Sartre, Albert Camus, y otros, comenzaron a promulgar las ideas del existencialismo y el nihilismo, filosofías que fueron preparando el camino para el postmodernismo. El concepto de que no hay verdad, porque todo es la verdad y a la vez, nada es la verdad (lo cual es cierto en relación sólo al hombre)


Como escribe el Ps. René Pereira:


“Lo que para el hombre moderno fueron ideales y verdades absolutas, para el postmodernismo son valores relativos y situacionales. Se perdió la fe en las instituciones, en el estado, en los grandes ideales y surgió una nueva fe en el yo, en el individuo. Una mentalidad de sacrificio por el colectivo fue reemplazada por una mentalidad de no-sacrificio por nada. El hombre postmoderno se tornó totalmente indiferente ante la vida. En lugar de luchar por los ideales y los grandes paradigmas, el postmodernismo decidió no pensar en los problemas, no buscar solución sino vivir el momento. El placer y el hedonismo se convirtieron en los dos grandes pilares de la postmodernidad”


El postmodernismo en su rechazo de la objetividad y de la racionalidad, está construido sobre el relativismo, el escapismo, la fantasía, la ilusión, el hedonismo, la comodidad, el “estado del bienestar”, y todo lo que implique la pseudo cultura del ego para el ego.






“Friedrich Nietzsche”


La penetración social del postmodernismo ha sido efectivamente asombrosa. Se ha generalizado la idea de que todo es relativo. Con que todo es relativo, no existe responsabilidad ni deber algunos hacia nada ni nadie, excepto lo suficiente para uno mismo en cuanto a uno mismo. Es la cultura del egoísmo por antonomasia.


Cada grupo cultural, religioso o político vive, según el postmodernismo, en su propia realidad, siempre acomodada a sí mismo. Es una sociedad “virtualista” hacia lo virtual.


La verdad es totalmente subjetiva, y no hay manera de establecer verdad objetiva y absoluta alguna. De modo que el postmodernismo ha adoptado una actitud de tolerancia, eclecticismo y sincretismo ante toda idea o concepto. En otras palabras, “obtén lo que quieras y desees, si puedes”.


Los educadores postmodernos, por ejemplo, enseñan que cada vez que una persona afirma tener posesión de la verdad (especialmente la verdad religiosa), termina reprimiendo y descartando a todos los que no están de acuerdo.


En el sentido correcto eso es cierto, ya que la Verdad, por su misma esencia, aparta a un lado la mentira. La Biblia así lo enseña:


“La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” (Juan 1: 5)


¡El problema es que a eso que es bueno, lo llaman malo!


Por ende, el postmodernismo proclama a los cuatro vientos que la verdad ha muerto, no existe. Cada cual fabrica su propia “verdad” según el cristal con que mira las cosas, y nadie puede cuestionar ni poner en tela de juicio la verdad del otro, ya que el individuo es principio y fin de todo. Es el mismo espíritu y filosofía que Satanás le prometió a Eva:


“…serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (Gn. 3: 5)


3. El Postmodernismo y la Iglesia


“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres” (Mateo 5: 13)


Como era de esperarse, el postmodernismo también ha estado influyendo en la iglesia cristiana. No es desconocido el hecho de que la iglesia no está inmune a las influencias de la sociedad en que interactúa.


El postmodernismo “evangélico” ha producido un nuevo sistema de fe muy semejante a su homólogo secular.




“Brian McLaren, uno de los principales exponentes de la llamada “iglesia emergente”


La doctrina por debajo de la experiencia personal


Un sistema en el cual los valores absolutos, la doctrina, las grandes verdades de la Escritura que otrora fueran los pilares del cristianismo verdadero, son abandonados por el culto a la experiencia personal y a la fe individualista.


Es muy peligroso lo que está ocurriendo en los medios neo-pentecostales acerca de lo que se denominan las “experiencias espirituales” de tipo personal. Muchas veces, se hace más caso a las supuestas revelaciones, visiones, sueños y experiencias místicas diversas, que a la Palabra de Dios.


Llegó a mí un e-mail de un líder del G12 de Cali, Colombia, que decía lo siguiente:


“...lo que le pasa a César Castellanos y a todos los cristianos como nosotros, es que tenemos experiencias espirituales, y son eso, experiencias espirituales personales, es decir no son doctrina…”


Pero las experiencias espirituales, si pretenden ser genuinas de Dios, deberán ir conforme a doctrina.


No obstante, el problema estriba en colocar por encima de la doctrina, las experiencias personales. Esto es influencia postmodernista.


Anteriormente el modernismo contemporáneo, en su afán por lo científico y lo racional, echó a un lado todo lo relacionado con lo espiritual y sobrenatural. El postmodernismo ha hecho todo lo contrario.


Su lema es: hay que creer en algo, no importa lo que sea. El modernismo produjo una iglesia seca que descartó todo lo sobrenatural, un “cristianismo” que terminó negando los milagros, la resurrección de Cristo y el relato de la creación (la “Alta Crítica”)


Surgieron iglesias y seminarios que se volvieron centros de enseñanza humanística. En ellos se negó la inerrancia de las Escrituras y la historicidad de los relatos bíblicos. Las iglesias que abrazaron el modernismo se tornaron liberales y áridas, sin emociones ni experiencias genuinas de Dios.




“César Castellanos”


La fabulista iglesia del postmodernismo


“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4: 3, 4)


La iglesia postmoderna representó el extremo opuesto. Una iglesia donde el pensar, analizar, estudiar, y presentar las verdades bíblicas ya no es lo primordial, sino sentir, experimentar, gozar, soñar, conquistar, vivir el momento.


Como escribe el Ps. René X. Pereira en su artículo: “La Iglesia Postmoderna”


“Una espiritualidad que, aunque podría parecer positiva para muchos, es tan peligrosa como el escepticismo modernista porque es una espiritualidad hedonista, fuera de la verdad bíblica. El postmodernismo dio a luz una iglesia diseñada para que las personas vengan a “sentirse bien”, a llenar sus necesidades particulares. Por lo tanto se caracteriza por ser una iglesia cuya predicación es “lite” o liviana, motivacional y sicológica”


La realidad del magisterio de la iglesia del postmodernismo, es la que huye de enseñar sobre temas carnalmente controversiales y ofensivos al oído del hombre postmoderno. Las cuestiones sobre el pecado, la culpa, la ofensa a Dios por ese pecado, el destino final de los que rechazan el Evangelio, es decir, el infierno; incluso temas tan absolutamente de acorde a las Buenas Nuevas, como son la Cruz, la santidad, el arrepentimiento, quedan postergados al olvido. No son populares.


No obstante la temática de la iglesia del postmodernismo siempre será agradable al oído de sus seguidores, y conforme a su búsqueda. De ahí el énfasis abusivo en cuanto a cuestiones como la unción, el poder, las bendiciones, los milagros, la prosperidad material, la realización de los sueños (deseos personales), y hasta se permiten el lujo de adentrarse definitivamente en lo esotérico y metafísico, enseñando sobre la “visualización”, “confesión positiva”, “pensamiento positivo”, etc. etc.


Los postmodernistas creen que están inventando un nuevo modelo filosófico, pero no hay nada nuevo bajo el sol. Escribe John Piper:


“Es irónico y triste que hoy supuestamente los escritores cristianos avant-garde puedan dar esta pose cool, evasiva, imprecisa, artística, superficial de Erasmus y llamarla “postmoderna” y capturar a una generación de gente históricamente ingenua, emergente que no saben que están siendo engañados con las mismas viejas tácticas usadas por los humanistas elitistas de generaciones pasadas. Lo vimos con Atanasio, los Arrianos en Nicea, y los vimos en el tiempo de William Tyndale. No es post-modernismo. Es pre-modernismo – porque es perpetuo.”


Es el engaño de siempre, porque nada nuevo hay bajo el sol.




“John Piper”


La iglesia postmoderna VS la Iglesia verdadera


“Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, 30 teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí” (Filipenses 1: 29, 30)


El entendimiento de una Iglesia dispuesta a padecer por Cristo, ha quedado a distancia considerable de la realidad de la iglesia postmoderna. Aún se tiene por maldición a aquel que sufre por causa de Cristo. En cambio, se eleva como bendición todo aquello que signifique el bienestar egoísta del creyente. Per se, cuanto más rico y próspero sea el creyente, más bendecido es.


Como escribe el Ps. René X. Pereira:


“Surge entonces una iglesia diseñada para ser apetecible a las personas, empleando cualquier medio disponible para experimentar un crecimiento rápido. Un tipo de iglesia que mira para el individuo en vez de mirar a Dios, que pone su mira en las cosas de esta vida en vez de ponerlas en lo Alto (Col. 3: 3)”


El cristiano postmoderno está más preocupado por sus asuntos particulares, su felicidad y bienestar personales, o su condición económica que por cualquier otra cosa ajena a él. Ese cristiano ya hace tiempo que ha dejado de ser sal y luz en la tierra.


Seguiremos en un próximo capítulo con la segunda y la tercera parte.


Dios les bendiga.


© Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España.


Mayo 2010


www.centrorey.org






FIN






EL MOVIMIENTO EMERGENTE (Parte II)




LA IGLESIA EMERGENTE


Emerging Emergent Missional Post-Evangelical


Church Conversation Chaos


Índice del estudio


• Un poco de historia


• 1. Clasificando lo Emergente


• La diferencia entre “emergent” y “emerging”


• 2. Filosofía emergente


• La “des-construcción” Emergente


• En busca del misticismo perdido


• 3. Su tremenda insatisfacción hacia lo tradicional


• El yoga, ¿no es malo?


• De la queja a la caja…de Pandora


“Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír. 9 ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. 10 ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.11 No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después” (Eclesiastés 1: 8-11)
Dentro de ese maremagnum espiritual emergente, podemos encontrar en gran medida lo relacionado con el llamado Movimiento de la Iglesia Emergente.


Escribe el Ps. Steven W. Cornell en su artículo: “The Emergent Church- A new wave of evangelical identity"


Una posibilidad más preocupante es que los líderes emergentes no estén realmente interesados en la crítica reflexiva bíblica de la postmodernidad. ¿Está la empresa emergente por la labor de buscar una mejor comprensión de la transición a la postmodernidad preparándolo como un reto para la comunicación del Evangelio? ¿O más bien, los líderes emergentes han abrazado los valores de la postmodernidad, porque realmente los consideran superiores?




El valor más importante de la postmodernidad es la inadmisibilidad de todas las formas de totalización de ver cualquier dimensión de la vida. La postmodernidad, como una teoría, se niega a permitir la definición de una única fuente de la verdad y la realidad más allá del individuo. El evangelio entra en clara contradicción con este valor.


Si el Evangelio es rehén de las restricciones de la posmodernidad, deja de ser una buena noticia.


Como decimos, de unos años a esta parte, de ese caldo de cultivo pluralista y postmodernista surge el llamado Movimiento Emergente Eclesial, también conocido como Movimiento de la Iglesia Emergente, o Iglesia Emergente a secas. Es un movimiento fragmentado, con mucha variedad por lo cual encontrar el definirlo, no es fácil.


Brian McLaren, uno de sus líderes declaró a Christianity Today:


“Por el momento es una conversación, no un movimiento. Nosotros no tenemos un programa. No tenemos un modelo. Pienso que debemos comenzar como una conversación, luego crecer como una amistad, y ver si resulta en un movimiento.”


Pero a diferencia de lo que dice McLaren, no es una conversación en este momento, sino un movimiento, debido a la gran cantidad de adherentes, sitios en Internet, iglesias, etc.




“El emergente (emergent), Brian McLaren”


Un poco de historia


Este movimiento tuvo sus inicios a mediados de la década de los 90. Nombres como Mark Driscoll, Doug Pagitt, Donald Miller, Karen Ward, Don Johnson, Brian McLaren, Tony Jones, suenan a la hora de contemplar este movimiento.


Ya a finales de la década de los 90, Brian McLaren se unió al grupo y fue ahí cuando se inició un cambio drástico, pues empezó a desarrollarse un profundo cambio en lo teológico en la dirección contraria al sentido de las Escrituras.


En ese momento, Mark Driscoll se separa del movimiento pues según declara, la conversación pasó de querer cambiar la forma de llevar el evangelio, a cambiar totalmente el evangelio para poder contextualizarlo a la cultura.


Ese “acondicionar” el Evangelio a la gente impía, para así buscar el atraerles a (ese evangelio adulterado), produjo sus consecuencias.


Driscoll aseguró que su decisión de salir del grupo se debió a que McLaren y Pagitt querían cambiar la teología hasta puntos insostenibles. Driscoll dice acerca de este grupo,


“refiriéndose a Dios como mujer, cuestionando la soberanía de Dios, negando la doctrina de la expiación de Cristo en la cruz, y negando el infierno” (http://sujetosalaroca.org/)


Por lo que podemos ver, este movimiento emergente no es monolítico, sino que tiende en diferentes direcciones. En este estudio nos estaremos centrando en más en las ramas extremas y alejadas de la ortodoxia cristiana.


1. Clasificando lo Emergente


“…siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad” (2 Timoteo 3: 7)


No todo lo que se denomina “emergent” (o “emerging”, en este caso) es malo de por sí. Veremos que hay posicionamientos que buscan una manera diferente de hacer las cosas, pero no necesariamente buscando el deshacer (o deconstruir) lo esencial de lo evangélico. Siempre deberemos discernir bien.


Darrin Patrick, es el pastor principal de la iglesia The Journey in Saint Louis, Missouri. El ha realizado el intento de clasificar en tres ramas el movimiento emergente de la siguiente manera:


A. Emergente Conversacional: Su enfoque se concreta en la revisión teológica, basando su interés en supuesta misiología. Su deseo es cambiar la teología evangélica y reconstruirla. Se encuentran en la izquierda teológica. Ahí se encuentran hombres como Brian McLaren, Scott McKnight, Nancy Murphy, Doug Pagitt, Tim Keel, Karen Ward, Rob Bell, etc. Muchos teólogos han dicho, leyendo el libro de Brian McLaren “Everything Must Change”, que se ha salido de una vez por todas de lo evangélico con su nueva y corrupta teología.




B. Emergente Atraccional: Son los defensores de la teología reformada. Podríamos decir que están en la derecha teológica. Dentro de estos se encuentran hombres como Mark Driscoll, John Piper, Tim Keller, Matt Chandler, Wayne Grudem, Daniel Montgomery, quienes siguen las ideas de Calvino, Lutero, Zwingly, y el resto de los reformistas (Christianity Today. September 2006.)


C. Emergente Encarnacional: Se enfocan en cambiar la estructura de la iglesia, abogando por las iglesias que se congregan en los hogares. No desean tener grandes iglesias, a diferencia de los emergentes atraccionales. Teológicamente se encuentran en el centro. Se encuentran hombres como Bob Hyatt y Jonathan S. Campbell.


Otra clasificación:


Quizás la siguiente clasificación es más clara. Es la que aporta Ed Stetzer, Director de Lifeway Research y Lifeway's Missiologist in Residence.


Stetzer divide el movimiento en tres categorías: los relevantes; los reconstruccionistas; y los revisionistas.


a) Relevantes:


Son los que toman el mismo evangelio en su forma histórica pero buscan hacerlo comprensible a la cultura postmoderna. Utilizan diferentes métodos de alabanza, predicación, estructura, etc.


b) Reconstruccionistas:


Toman el mismo evangelio pero reconstruyen la forma de la iglesia. Un ejemplo son los que promueven las ‘house churches’ (iglesias hogareñas).




c) Revisionistas:


Estos cuestionan y revisan no solo la iglesia, pero también lo que la mayoría de evangélicos entienden del evangelio. Estos serían los “conversacionalistas” de Darrin Patrick, el extremo de lo emergente.




La diferencia entre “emergent” y “emerging”


Mark Driscoll, divide al movimiento en dos: “Emerging” y “Emergent”. Con esto quiere distinguir a aquellos que desean buscar diferentes formas de atraer a más personas a la iglesia sin cambiar la teología (emerging) y aquellos que para atraer a más personas han iniciado a cambiar el evangelio para satisfacer al resto de las culturas, adoptando creencias de estas otras religiones (emergent) (Criswell Theological Review–Spring 2006; 87-93).


Mark Driscoll, catalogado dentro del movimiento emergente (‘emerging’) se refirió en su libro “Confessions of a Reformission Rev...”, diciendo:


“Yo fui parte de lo que ahora se conoce como el movimiento de la iglesia emergente en sus primeros días…Me tuve que distanciar, sin embargo, de una de sus ramas debido a diferencias teológicas. Desde el final de los 1990’s, esta rama se ha conocido como ‘Emergent’. La iglesia emergente es la última versión del liberalismo. La única diferencia es que el viejo liberalismo se acomodaba a la modernidad y el nuevo liberalismo se acomoda a la postmodernidad.”




“El que emerge” (emerging), Mark Driscoll”


Veamos lo que encontramos en la Wikipedia referente a lo “emergente” (”emergent”):


“Los "cristianos emergentes" deconstruyen y reconstruyen creencias cristianas, ciertas normas culturales y métodos. Esa contextualización puede apreciarse en la manera como este movimiento maneja la epistemología (*) post-fundacional y el abordaje pluralista del postmodernismo en cuanto a la religión y la espiritualidad”


(*) “Parte de la filosofía que trata de los fundamentos y los métodos del conocimiento científico”


En otras palabras, y como se dice en cristiano paladino, “hacen de su capa un sayo”. Hacen lo que quieren acomodando esto o aquello según sus intereses, según la clara y maquiavélica premisa: “El fin justifica los medios”.


2. Filosofía emergente


“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3, 4)


La visión del mundo dentro de este movimiento es definitivamente postmodernista. Dentro del postmodernismo la verdad es tomada siempre bajo sospecha.


La preocupación de la iglesia emergente es presentar un cristianismo que la cultura postmoderna pueda entender. Pero debido a que el postmodernismo rechaza el concepto de la verdad absoluta, y a que el cristianismo dice ser la proclamación de la absoluta verdad, el enfrentamiento entre ambos no se hace esperar, y es inevitable.


Desde un principio, sus postulantes han buscado vivir su fe en la sociedad posmoderna independientemente de lo que denominan “tradiciones religiosas cristianas”. La iglesia emergente pretende alcanzar a esta generación postmoderna, pero más bien ha ocurrido justo lo contrario.


Es la iglesia que pretende emerger o surgir del entendimiento tradicional de iglesia hacia una expresión postmodernista. Sus adherentes lo ven como “una iglesia postmoderna para una cultura postmoderna”.


Por ello algunos otros títulos asociados a lo Emergente son: post-evangélico; post-conservador; post-fundamentalista; post-fundacionalista; post-protestante, y jóvenes evangélicos.


Vemos aquí demostrada una tremenda insatisfacción por parte de los proponentes de lo emergente y sus seguidores, no sólo hacia las formas dentro de lo evangélico, sino también en cuanto a los contenidos, y ahí más bien radica el problema.


La “des-construcción” Emergente


Los Emergentes tienen un modismo particular llamado “Des-construir” (deconstruct), que significaría algo así como “desmontar”. Sería lo que un aprendiz de mecánico haría si le presentaran un motor de un vehículo. Lo desmontaría pieza por pieza para saber que es qué.


Los Emergentes hacen justo esto, pero no sólo con el “marco” (las formas tradicionalistas evangélicas), lo cual no sería problema, sino con el fondo; con las declaraciones escriturales. Ahí si tenemos un problema, porque parten de un posicionamiento de no fe.


Además, dado que de partida, por su posición postmoderna, contraria a lo que ellos llaman “modernismo”, no aceptan absolutos (por tanto, no aceptan declaraciones de fe), por lo tanto, en sus “conversaciones” y “diálogos”, jamás pueden llegar a ninguna conclusión, excepto esta: “no hay conclusión”


Ellos dicen que la Biblia dice que examinemos todo y retengamos lo bueno (1 Ts. 5: 21), pero el sentido de las palabras del apóstol Pablo es en relación a las cosas que oímos, que vemos, etc. no en cuanto a la inerrante Palabra de Dios, la cual jamás miente:


“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Ti. 3: 16)


Lo Emergente es absolutamente incompatible con la fe cristiana, ya que esta parte de absolutos, y lo emergente los niega por principio.




“Lo místico y misterioso es parte de la exposición cúltica de lo Emergente, como el encender velas, a lo católico”


En busca del misticismo perdido


En la Edad Media la gente estaba volcada en el misticismo, y además, todos creían que Dios era el autor de todas las cosas. No obstante, para el modernismo, el hombre era el autor de todas las cosas. A su vez, en el postmodernismo, se habría creado un misticismo iluminado, un sincretismo o mezcla de ambos conceptos.


Lo Emergente parte de un posicionamiento histórico-filosófico que lo caracterice: el misticismo.


Vemos que las Escrituras para los emergentes son apreciadas por su misterio y no por su verdad. Es el misticismo lo que les atrae, la fantasía, lo ilusorio, y el misterio, no la verdad de Dios. No es más que una forma de escapismo.


En ese misticismo recurrente hacia el catolicismo medieval y monástico, encienden velas, levantan íconos, imágenes. Crean una atmósfera con diferentes sonidos e impregnada de diferentes aromas, etc. Toda esa apariencia puede cautivar a aquellos que sólo buscan nuevas sensaciones y emociones.


“Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu” (Judas 19)


El misticismo es parte clave del “cristianismo emergente", debido al rechazo de la verdad objetiva, la teología sistemática, la hermenéutica, y en última instancia, el rechazo de la creencia de que ha de ser válido el lenguaje concreto de Dios acerca de Dios.


Con un concepto incierto de Jesús, conocimiento incierto en cuanto a todo, una salvación incierta, y una esperanza incierta basada en la idea tenue de que el reino de Dios está de alguna manera “emergiendo” en el proceso de la historia mundial, “lo emergente” ofrece la comodidad de las experiencias místicas, que no suponen ninguna responsabilidad espiritual, sino sólo la búsqueda de la felicidad personalista y ególatra.


El postmodernismo – a diferencia del modernismo - asegura que nadie puede estar realmente seguro de nada. Esta asunción aparentemente cargada de humildad pero carente de sentido divino, es la base filosófica de lo emergente, y lamentablemente este mismo contraprincipio se aplica a su teología: lo que importa no es lo que el autor dijo, sino lo que el lector o el espectador experimenta.


Así, todo queda en aras de la subjetividad.


Para ser consecuente con la filosofía postmodernista, los emergentes deben desechar los dogmas verdaderos, es decir, las doctrinas. Deben purgar la iglesia de un evangelio exclusivo, una Biblia “autoritativa” y, entre otras cosas, de las doctrinas molestas como el infierno, el pecado original, etc. Esto es lo que está sucediendo en este momento. ¿Qué colocan en lugar de esto? De acuerdo al pensamiento postmodernista: misterio y preguntas. Debido a que las Escrituras han sido de-construidas, todo lo que queda es el relativismo. (http://sujetosalaroca.org/)


En ese sentido Doug Pagitt, recientemente en una entrevista con Todd Friel de Way of The Master Radio, negó que el infierno fuera un lugar, y que fuera el propósito de Dios enviar a los pecadores ahí.




“Primer plano de Doug Pagitt en su “iglesia” “The Solomon´s Porch”, en pleno “culto”


3. Su tremenda insatisfacción hacia lo tradicional


Brian McLaren escribe así en su famoso libro “Generous Orthodoxy” pp. 255, 256, 257:


“El cristianismo occidental (desde los últimos siglos) ha dicho relativamente poco acerca de la mente y de las prácticas de meditación, de lo que el budismo Zen ha dicho mucho. Hablar de cosas diferentes no es contradecirse unos a otros, es, más bien, tener mucho que ofrecer entre sí, de vez en cuando por lo menos… se nos ofrece una síntesis de las religiones del mundo para el diálogo”


Cuando uno está insatisfecho con su fe cristiana – normalmente, porque esa fe es inexistente para él – siempre va a la zaga buscando que encontrar para llevarse a su boca espiritual.


¿Qué tendrá el budismo que ofrecer de bueno, sabiendo que es una filosofía diabólica? ¿Cómo es posible que un líder cristiano (así se presenta él) pueda decir eso que dice, y por escrito?


El yoga, ¿no es malo?


En entrevista para la televisión Doug Pagitt fue preguntado acerca del yoga y si un cristianos debería practicarlo, el claramente dijo que no veía ningún problema en la práctica del yoga.


Es más citó el pasaje de la Escritura de Filipenses 4: 8 (todo lo que verdadero, todo lo honesto, justo, puro…en esto pensad) para justificar su tropelía.


El yoga es una de las seis doctrinas tradicionales del hinduismo. La palabra se asocia con prácticas de meditación en el hinduismo, el budismo y el jainismo. Según sus practicantes, el yoga otorga como resultado la unión o integración del alma individual con los dioses, o bien el desarrollo de la conciencia espiritual.


El yoga es una práctica que viene del hinduismo, y tiene mucho que ver con asimilación de espíritus inmundos. ¡Nada que ver con el cristianismo!


Pagitt o es un ignorante, ¿o qué es?
“La práctica del yoga es contraria al cristianismo y a Su Espíritu”


De la queja a la caja…de Pandora


El movimiento emergente surge de la queja contra el que llamarían el establishment evangélico. Poco bueno sale de lo malo, aunque siempre hay que estar abiertos a recibir críticas, porque en algunos casos, nos ayudará a enmendarnos.


Dicho esto, prosigo. Aparentemente, la queja de los proponentes de lo Emergente hacia los posicionamientos conservacionistas podría ser hasta cierto punto comprensible. Escribe así el Ps. Steven W. Cornell en su artículo “The Emergent Church- A new wave of evangelical identity”:


“Algunos de los líderes más influyentes en lo Emergente han surgido de los enfoques conservadores y fundamentalistas del cristianismo. Se desprende de sus escritos que estos líderes se sienten traicionados por sus enseñadores. Rechazan la simplista, parcial y enjuiciadora manera como les enseñaron a mirar a las gentes en el mundo - muchas de las cuales parecen más agradables, humildes y amables que la gente de sus iglesias fundamentalistas”


Sin embargo, el Señor Jesús nos advirtió que juzgásemos con juicio justo:


“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Juan 7: 24)


Es fácil acomodarse a la carne justificándose con el pecado de terceros, más aún siendo estos últimos, cristianos profesantes.


Lo que se entreve del movimiento Emergente, es una gran falta de discernimiento, y como dije antes, un confundir el fondo con la forma.


Es cierto que hay cristianos profesantes que andan en insinceridad, parcialidad, deshonestidad, etc. pero ese no es motivo para rechazar el cristianismo tal y como la Biblia lo enseña, e ir a formas y sobretodo – fondos - que contradicen en mayor o menor grado ese cristianismo auténtico.


Pero como dice también el Ps. Steven W. Cornell en su aludido artículo:


“Cuando los creyentes no están firmemente basados en la verdad bíblica, oscilan como niños susceptibles de cambiar constantemente de opinión acerca de lo que creen porque alguien les ha dicho algo diferente”


Esto concuerda con las palabras del autor a los Hebreos que les insta a dejar las simplezas y a alimentarse en serio con la Palabra de Dios:


“Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. 13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño” (Hebreos 5: 12, 13)


Seguiremos en una próxima entrega seguiremos con la tercera y última parte.


Dios les bendiga.




© Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España


Mayo 2010


www.centrorey.org


FIN










EL MOVIMIENTO EMERGENTE (Parte III)




LA IGLESIA EMERGENTE


Emerging Emergent Missional Post-Evangelical


Church Conversation Chaos


Índice del estudio


• 1. La oferta Emergente


• Huída de la razón y renuncia del dogma divino


• Lo pluralista en lo emergente


• Recibiendo al no acepto


• 2. El apóstata Brian McLaren


• Salvación planetaria, no individual


• Todos juntos en armonía (no importa lo que creas)


• 3. Lo ecuménico en lo “emergente”


• 4. La escatología en lo “emergente”


• 5. Conclusión


• Elementos encubiertos




1. La oferta Emergente


“…no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios” (Colosenses 3: 22)


Los proponentes de lo Emergente dicen ofrecer lo que creen es un cristianismo más auténtico. Creen que la Iglesia debe ser una comunidad agradable y auténtica donde aflore la creatividad y la espontaneidad en un sentido de “autenticidad”. Un lugar donde la gente con opiniones diferentes se trata con el mayor respeto y tolerancia. Un lugar donde se acepte a todo el mundo, no se condene a nadie, se vea lo bueno (y no lo malo) de la gente.


En este sentido, el engaño subyacente en lo Emergente queda plasmado en la siguiente declaración, la del líder Doug Pagitt, de la iglesia emergente “Salomon´s Porch”


“Para nosotros es más importante sentir que estamos representando una bella expresión de nuestra vida con Dios que el tener razón en todo”


El problema es que esto es absolutamente arbitrario. Sentir una “bella expresión de nuestra vida con Dios” es algo absolutamente subjetivo y condicionado a la interpretación del individuo, mientras que “tener razón en todo” nunca debería serlo desde una perspectiva subjetiva, sino objetiva según Dios, y siendo así, sí es importante tener razón, o más bien, estar en la razón o la verdad.


En directa relación a lo que explico, responde el Profesor Scot McKnight de la North Park University:


“Muchas de esas voces emergentes, no tienen conceptos teológicos claros, y esto es atrayente y atractivo para una generación acostumbrada a la temática del diálogo, la opinión y la conversación, y no a hacer juicios constatables en cuanto a las personas”


Es esta una generación que ha confundido el respeto con la tolerancia. Podemos respetar, pero no siempre tolerar. Hay veces en que hemos de decir: ¡No!






“Profesor Scot McKnight”


Es esta generación de la postmodernidad, acostumbrada a pensar que todo es relativo y según el cristal como se mire. Una generación sin absolutos, y demasiado pendiente de sí misma, demasiado acostumbrada al “vive y deja vivir”.


Estos líderes emergentes abiertamente cuestionan la inerrancia de la Biblia, y como deberíamos entender la Escritura. Incluso hacen preguntas acerca de la verdad de la vida eterna, cuestionando mucho de todo ello.


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Huída de la razón y renuncia del dogma divino


Como ya apuntaba Doug Pagitt, los Emergentes sostienen que su tipo de iglesia refleja la cultura actual, la cual está enmarcada en lo que se denomina postmodernismo.


Como ya apuntamos, si el modernismo estuvo definido por una confianza ciega en la razón como medio para encontrar la verdad, el postmodernismo perdió por completo dicha confianza, resignándose a simplemente reconocer que no podemos acceder a la verdad, y ni siquiera es importante hacerlo, lo cual constituye una huída a ninguna parte.


La iglesia emergente parte de una premisa absolutamente errónea y contraria al Evangelio: no hay seguridad en nada, ni siquiera en la revelación de Dios, la Biblia. Siendo así, ellos mismos se auto marginan del cristianismo.


Lo emergente llevado al extremo, es una fe sin fe.


Con que "cada uno tiene su verdad", y no tenemos cómo demostrar que uno u otro está en lo correcto, entonces no nos vamos a preocupar por la Verdad. Esta es una forma de agnosticismo que está conduciendo a la perdición a muchos.


Para ellos, lo importante ahora no es predicar la Verdad - lo que resulta en un Absoluto demasiado pesado, y además se contempla como arcaico y pasado de moda - sino conversar, dialogar, ya que así se podría construir una verdad al uso con las aportaciones cada uno posee o mantiene, y así llegar a obtener una conclusión aceptable para todos.


Ese terror a los absolutos, de hecho no es sino consecuencia del amor al pecado y a la carne del individuo.




“Doug Pagitt”


Lo pluralista en lo emergente


Lo absoluto de Dios es cuestionado en aras de conseguir la armonía y el bienestar de todos los profesantes. Es un querer contentar a todos, a como de lugar.


En ese sentido Brian McLaren, uno de los más visibles líderes del Movimiento Emergente hace la siguiente declaración:


“Cuando lo hacemos sonar como que tenemos los tornillos bien apretados y todos los clavos martillados, y tenemos todo entendido, en ese momento, pienso que hemos dejado de ser fieles” (énfasis mío)


¡Tremenda declaración! Viene a decir que nosotros, los creyentes no podemos llegar a estar seguros de nada, y que cuando decimos que sí lo estamos (conforme a la verdad revelada en la Palabra de Dios, entonces “hemos dejado de ser fieles”… ¿Fieles a qué?


Este mismo planteamiento lo enseña la Iglesia Católica y Romana cuando asegura que nadie puede estar seguro de su salvación, y que si así lo cree, entonces está pecando de presunción.


McLaren olvida que el verdadero Evangelio debe ser anunciado para ser creído, no es para ser simplemente tenido como una experiencia personalista y subjetiva.


Hay tantos dentro del Movimiento Emergente tan influenciados por las ideas y conceptos pluralistas y postmodernistas, que les suena sumamente intolerante y hasta ofensivo cualquier mención a la verdad objetiva.


Aquí vemos una clara contradicción con el cristianismo verdadero.


Para ellos la simple mención de las mismas palabras de Cristo, cuando Él dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, y nadie viene al Padre sino por Mí” (Jn. 14: 6) resultaría ser inaceptable.


Los mismos líderes emergentes dicen que debido a que su gama de creencias es tan diversa, es imposible hacer juicios tan radicales.


Recibiendo al no acepto


En el nombre del amor, se acepta a todo el mundo como igual en sus reuniones, pero esa no es la enseñanza bíblica:


“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! 11 Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras” (2 Juan 9-11)


Cristo no aceptaba “a todo el mundo”: “Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre” (Juan 6: 65)


El problema de base es el tratar de ganar al mundo a través de parecerse a él.


La Iglesia de Jesucristo no es un club social. Ni siquiera es un club religioso. No se trata de agradar al individuo, sino de agradar a Dios.


No siempre es agradable y placentero lo que ocurre en el contexto de la iglesia. A veces (y muchas) hay que corregir, reprender disciplinar y actos así que son implícitos dentro de la espiritualidad de la congregación.


No siempre podemos los pastores dar la razón en todo a todos. No siempre podemos ser tolerantes con todas las opiniones y razonamientos.


La Palabra de Dios no puede ser más explícita:


“A algunos que dudan, convencedlos. 23 A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne” (Judas 22, 23)




2. El apóstata Brian McLaren


Brian McLaren es uno de los principales exponentes del Movimiento Emergente, y por eso requiere de una exposición particular en este estudio.


Brian McLaren es uno de los líderes más visibles de este movimiento. En lugar de regresar al entendimiento de la Reforma en cuanto a las Escrituras, él ha vuelto al misticismo católico y a encumbrar la praxis antes que la teología. Él ofrece a los jóvenes de hoy en día una experiencia indefinida, mística y "la esperanza" que de alguna manera el reino de Dios está surgiendo en los procesos de la historia para traer una salvación planetaria, que no es la salvación individual.


McLaren fue catalogado por la revista Time como uno de los 25 evangélicos más influyentes de América en la edición de Febrero del 2005, aunque él no es evangélico.


El es sin lugar a dudas, ecléctico por sistema. Dice identificarse con protestantes, liberales, conservadores, carismáticos, fundamentalistas, calvinistas, anglicanos, metodistas y católicos.


Según dice, él ha conocido siete Jesús diferentes, dependiendo de la denominación y pregunta, “¿Porqué no celebrarlos todos?”


Brian McLaren navega en el mar de la apostasía.




“Brian McLaren”


Parece que McLaren ha diseñado su propio cristianismo, particularmente escogiendo las cosas que le gustan y dejando las que no. Veamos lo que dice en su libro “A Generous Orthodoxy”,


“El aporte que encontrarán aquí busca encontrar la manera de abrazar lo bueno de muchas tradiciones y ramas históricas de la fe cristiana, e integrarlas, en un nuevo, generoso, abordaje emergente que es mayor que la suma de sus partes.”


Es un cristianismo hecho a medida, como el traje que usted se va a comprar.


Pero para el apóstol Pablo, la cosa era muy diferente. El le dijo a Timoteo:


“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.” (2 Timoteo 2: 2)


El mensaje no es ecléctico, ni interesado, ni pretende agradar a todos. Es firme, claro, contundente y veraz. Es el mensaje de Dios, es Su Palabra.


No obstante McLaren navega en su mar de desencuentros, irrealidad y fantasía, pretendiendo hacer compatible lo incompatible. El escribe lo siguiente en su libro “A Generous Orthodoxy”:


“¿Por qué soy Misional + evangélico + post/protestante + liberal/conservador + místico/poético + bíblico + carismático/contemplativo + fundamentalista/Calvinista + Anabaptista/Anglicano + Metodista + católico + verde + encarnativo + deprimido/esperanzado + emergente + Cristiano a medias”


En ese, su libro, McLaren cuenta la historia de cómo ha llegado a crear una versión única del cristianismo al espigar partes que le gusta de muchas fuentes. El resultado es lo que él llama un “cristianismo emergente".


Así pues, el cristianismo de McLaren es la suma de todo lo que a él le parece debe ser el cristianismo, siempre huyendo del “modernista” concepto del Absoluto divino.


La verdad que expone (dentro del entendimiento postmodernista) es que no se puede llegar a saber la verdad. La suya es una religión de la no esperanza. Escribe al respeto Bob DeWaay:


“En lugar de ofrecer esperanza cristiana a una generación de jóvenes que han rechazado todas las formas del cristianismo, McLaren socava la posibilidad de que cualquier persona tenga una esperanza válida cristiana basada en conocer la verdad del evangelio. Digo esto porque quita la esperanza de llegar a saber nada”
“Portada del libro de McLaren, “A Generous Orthodoxy”:




Salvación planetaria, no individual


El problema con el pensamiento emergente es que ha enfocado en el ahora, y ha dejado de lado lo que la Biblia ha hecho un tema central: Nuestra futura redención.


Hombres como Steve Chalke y Brian McLaren catalogan la salvación individual como ‘abuso infantil cósmico’ y no comprenden como “la teoría de la expiación requiere sufrimiento por parte de un substituto inocente para traer el perdón de pecados’ (McLaren–The Story, pag. 105-6).


El concepto salvífico de McLaren, no es el escritural, en cuanto al individuo, es más bien corporativo y planetario. Él aboga por una salvación aquí y ahora de toda la creación y de todos los individuos, aun y siendo pecadores (sin arrepentirse). El enseña acerca de una salvación por parte de Dios, de la destrucción en lo natural que el mismo ser humano podría producir. Un planteamiento ausente de la Escritura.


El escribe así en su libro “A Generous Orthodoxy”. pp. 95, 96


“Yo soy cristiano porque creo que, en todos estos aspectos, Jesús es la salvación del mundo. Por "mundo" quiero decir el planeta Tierra y toda vida en él, porque si nos dejara a nosotros, seres sin juzgar, sin perdonar, y sin enseñar, sin duda destruiríamos este planeta y sus habitantes. Y por "el mundo" específicamente quiero decir: la historia humana, porque, repito, era y está en peligro, grave peligro, el peligro en última instancia, un peligro auto impuesto, y yo no creo que nadie más pueda rescatarlo. "


McLaren medio burlándose de la salvación como la Biblia enseña, escribe:


"Pero me temo que para muchos cristianos, la "salvación personal "se ha convertido en otro producto de consumo personal (tales como ordenadores personales, un diario personal, el tiempo personal, etc) y el cristianismo se ha convertido en su programa de marketing” (P. 99)


Así que para McLaren la misión es salvar al mundo en un sentido social y ambiental, no para rescatar a los pecadores perdidos de un mundo perdido y moribundo que Dios va a destruir en el juicio.


Escribe McLaren: "La idea de que el mensaje cristiano es una buena noticia universalmente, tanto para los cristianos como para los no cristianos, es para algunos, desconocida, extraña, y quizá herética. Para mí, se ha convertido en natural y obvio” (110)




“El Movimiento Emergente” es un camino que no lleva a ninguna parte”


Todos juntos en armonía (no importa lo que creas)


“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?” (2 Corintios 6: 14, 15)


Además McLaren aboga por una hermandad de todos, sin importar el credo. En la página web de Cedar Ridge, la iglesia que lidera Brian McLaren, en la sección Visión y Misión, podemos ver el siguiente extracto:


“Imagine una comunidad que se atreve a soñar con el cielo en la tierra, una comunidad donde todos son aceptados y respetados y queridos en su viaje, independientemente de su origen, creencias o lugar en la sociedad… Imagínese una comunidad de gente dedicada a seguir a Jesús juntos, aprender a vivir como él y ayudándose unos a otros a crecer en su relación con Dios, donde nos estamos transformando gradualmente para convertirse en mejores personas…” (http://www.crcc.org/content/page/our-vision)


Sólo puedo ver cierta falacia en ese argumento; ¿Cómo va poder existir una comunidad que siga a Jesús, sin importar lo que cada uno crea (su creencia)?


Pero eso no nos debe asombrar. McLaren dice lo siguiente, lo cual es absolutamente específico:


“Yo no creo que hacer discípulos quisiera decir necesariamente convertirlos al cristianismo. Es aconsejable en muchas circunstancias, no en todas, ayudar a la gente a ser seguidores de Jesús sin abandonar sus religiones budistas, hindúes o judías, y no entrar en la parodia del destino eterno de la gente que es fiel a otras religiones distintas a la nuestra, debemos superar eso”.


“Para poder ayudar a los budistas, musulmanes, cristianos y cualquier persona de otra religión, a experimentar la vida a lo máximo en la manera de Jesús, con mucho gusto me convertiría en uno de ellos, a cualquier grado necesario para abrazarlos, unirme a ellos, entrar en su mundo sin juzgarlos pero con el amor del Señor, el cual me alcanzó a mí también”. http://apostasiaencartagena.blogspot.com/2009_04_01_archive.html


En su libro “Generous Orthodoxy”, escribe lo siguiente:


“La fe cristiana que yo propongo, debería ser (en el nombre de Jesucristo) una amiga que da la bienvenida a las otras religiones del mundo, no una amenaza” Brian McLaren, A Generous Orthodoxy, (Youth Specialties: El Cajon, CA, 2004; published by Zondervan). Pp 254


Primeramente, la fe cristiana no es una amenaza, sino que es las Buenas Nuevas de salvación, y como único camino al Padre, Cristo no puede estrechar su mano a ninguna otra creencia al respecto.
3. Lo ecuménico en lo “emergente”


“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. 10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! 11 Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras” (2 Juan 21-22)


Por definición el ecumenismo busca la unidad del cristianismo que trasciende y minimiza las diferencias doctrinales. Es la búsqueda de lo imposible: la unión del agua con el aceite. John Franke, uno de los pensadores del movimiento dice:


“La testificación bíblica de Jesucristo como la única salvación y esperanza para el mundo no demanda la postura restrictiva concerniente a la salvación de aquellos que nunca han escuchado el evangelio o a aquellos en otras tradiciones religiosas.”


En otras palabras, no importa si se cree o no en Jesucristo, mientras uno sea fiel a su creencia (este es mensaje jesuita, por cierto).


Ensalzando el ecumenismo, y en un tono desafiante, Brian McLaren escribe en su libro “Generous Orthodoxy”:


“Para añadir insulto al daño, casi todas las ortodoxias de la historia cristiana han mostrado desagrado para las demás religiones del mundo: Budismo, Hinduismo, Judaísmo, Ateísmo, etc. Una ortodoxia generosa de la clase explorada en este libro, mientras no busca el relativismo, busca ver miembros de otras religiones y no-religiones, no como enemigos sino como amados vecinos y cuando sea posible, compañeros de dialogo y hasta colaboradores.”


No obstante la Biblia dice algo muy diferente a eso:


“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?” (2 Corintios 6: 14-16)


Si en nuestras iglesias permitiéramos tener a personas de otras religiones, tratándolos como hermanos, estaríamos pecando. Si no les enseñáramos lo que dice la Biblia acerca del único camino para ser salvos (Juan 14:6; Hechos 4:12), pecaríamos. Lo que dice McLaren no es lo que Jesús nos enseñó, y mucho menos lo que nos ordenó (Mateo 28: 18-20). Lo que enseña McLaren no es amar al prójimo, si no más bien ¡condenarlos al fuego eterno!


El movimiento emergente se ha convertido en un defensor del inclusivismo, que dice que a pesar de que la salvación se basa en la obra de Cristo, otras personas pueden ser salvas sin creer en Cristo, dependiendo de su respuesta a la revelación particular que Dios les dio a cada uno. Con esta idea, un musulmán, un hindú, un gnóstico, pueden llegar a ser salvos si siguieron la luz que les fue revelada con respecto a Dios, sin haber creído por fe en Cristo. ¡Por demás murió Cristo!




“Brian McLaren hablando en público ante diferentes cruces… ¿Diferentes cristianismos?”


4. La escatología en lo “emergente”


La escatología en lo “emergente” es absurda y desprovista de la verdad profética bíblica. Todo el concepto de las “cosas que han de ser después de estas” (Ap. 1: 19), sólo tiene que ver con el aquí y ahora. Lo “emergente” cree que el Reino es ahora (Kingdom Now), y que está “emergiendo” paulatinamente. Todo lo contrario a lo que enseña la Biblia que dice que el Reino vendrá de repente Daniel 2: 44, 45).


Geoff Maddock dice al respecto:


“Nuestro principal deseo es ver el reino de Dios en la tierra así como es en el cielo. Nosotros creemos que esto ocurre cuando el pueblo de Dios es renovado alrededor de las misiones divinas de amor y justicia en el mundo.”


En otras palabras, que son los cristianos los que debemos hacer que el mundo cambie al ser “renovados”.


El movimiento emergente enseña que el reino de Dios se desarrolla ahora en la tierra y que progresivamente se está pareciendo al cielo mientras los cristianos viven misionalmente en la tierra.


Según la visión dentro del movimiento, nuestra misión es hacer que el mundo actual progresivamente se parezca al cielo, es decir, hacer de la tierra un lugar mejor para toda la humanidad.


Para Brian McLaren la última meta de Cristo es traer el reino de Dios a la tierra. ¿Cómo es este reino de Dios aquí en la tierra? Rob Bell dice:


“La Salvación significa que todo el universo va a ser traído en armonía hacia Dios. Nosotros podemos unirnos a un movimiento tan grande como el universo. Las piedras, los árboles, los pájaros, los ecosistemas. El deseo de Dios es restaurarlo todo…Para Jesús la pregunta no es como entrar al cielo, sino cómo traer el cielo a la tierra? La meta no es escapar de este mundo, sino reconstruirlo para que Dios pueda venir a él.”


Muy idílico, pero falso. La Biblia enseña otra cosa:


“En los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, 45 de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación” (Daniel 2: 44, 45)


1) Es el mismo Dios – y no los creyentes - quien establecerá el Reino en la tierra.


2) Lo hará en un momento dado, y de repente.


3) Lo hará con violencia.


Además, Cristo no murió por el universo y los ecosistemas, sino sólo por los hombres. Cristo pagó el precio de la justicia, y así cesó la ira de Dios que estaba puesta sobre ellos. Jamás en la Biblia se nos enseña que Cristo murió por los animales, o por los árboles.




5. Conclusión


El Movimiento Emergente surge en reacción – ellos llaman - a la iglesia modernista, basada en absolutos y dogmas de fe, así como a las formas estáticas y comportamientos tradicionalistas.


Plantea una solución Postmodernista para esta sociedad postmoderna, sobre todo hacia la juventud.


El Movimiento Emergente surge en reacción también contra el tipo de iglesias que les gusta la opulencia, los inmensos edificios, derroche de dinero, etc.


En algún caso, su queja ha tenido algún sentido, pero no su respuesta.


Su aportación sobre todo en el caso de los conversacionales o revisionistas, es nefasta para el Evangelio, trayendo desorden, confusión, apostasía, engaño, distorsión, y levantando la burla de los impíos hacia el Evangelio.


Claman por ser un movimiento misional, pero fallan en lo doctrinal, y ese es un error. Su forma de escapar las críticas es diciendo: “la verdad es relativa“, pero lo absurdo es que ellos claman que esa afirmación es una verdad, y por lo tanto resultan absurdo este tipo de pensamiento.


Lo que los emergentes han hecho es desechar el alcance de la verdad, y relegar a un segundo plano la autoridad de la Biblia, además de desechar las doctrinas que la iglesia ha adoptado desde siempre.


Elementos encubiertos


“Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida” (2 Ts. 2: 7, 8)


En mi opinión varios de estos personajes que comandan lo emergente son agentes encubiertos infiltrados en lo evangélico, para destruir la iglesia.


¿Desaparecerá este tipo de mal entender la iglesia? Posiblemente, pero no perdamos la perspectiva de los tiempos.


Estamos en el final del tiempo de los gentiles, y sólo con la venida del Señor desaparecerá todo vestigio del mal.


Dios les bendiga.


© Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España


Mayo-Junio 2010


www.centrorey.org


FIN